¿Alguna vez has tenido ese desagradable funk de las sandalias Chaco? ¡Buenas noticias! ¡Existe una manera fácil de deshacerse de él!
Por lo general, pensaríamos que podrías limpiar tus sandalias rociándolas con una manguera o dejándolas pasar debajo del grifo de la bañera. Eso funciona para el barro y la suciedad, pero a veces las sandalias, especialmente las de goma duradera como las Chacos, desprenden un olor extraño que no desaparece y sigue reviviendo cada vez que las usas. En el pasado resolvimos este problema remojando sandalias en agua con lejía, lo cual funciona, pero es un proceso más elaborado. Nikwax Sandal Wash soluciona este problema de una manera más sencilla y eficaz.
El procedimiento es sencillo: agitar, aplicar el limpiador con una esponja y enjuagar. ¡Voilá! Tus originales sandalias ahora desprenden un aroma fresco a limón.
La ventaja de usar este limpiador es que ayuda a prolongar la vida útil de la sandalia al eliminar las bacterias que corroen los materiales y provocan la putrefacción. La botella advierte que puede hacer que los colores se corran, pero lo probamos en algunos pares de sandalias, incluidas las correas, y no tuvimos ningún problema con los colores.
Una desventaja es que el lavado de sandalias no debe usarse en calzado impermeable, por lo que si deseas limpiar tus sandalias y tus botas, deberás comprar dos productos o limpiar tus sandalias con algún otro tipo de jabón, como Dr. Bronner’s, o Nikwax Footwear Cleaning Gel, que puede usarse para ambos.
A $ 7,25 por 4,2 onzas, esta no es una mala solución si eres un ser libre, aunque puede parecer un poco costoso y frívolo para el idiota promedio. Nuestra botella de 2,1 onzas apenas sufrió abolladuras después de una limpieza minuciosa de dos pares, por lo que el producto es muy útil. El jabón del Dr. Bronner es menos costoso y una opción mucho más versátil, cuesta $4.25 por cuatro onzas, pero no mantiene alejado el olor de la sandalia por tanto tiempo como el Nikwax Sandal Wash. Remojar en agua tibia con una tapa llena de lejía. Sigue siendo mucho más barato si tienes un presupuesto limitado, pero no es tan fácil ni tan fragante. Otra alternativa casera y económica es fregar las suelas de las sandalias con una pasta hecha de bicarbonato de sodio y agua.